lunes, 5 de octubre de 2009

La señora del pelo blanco


Hace algunos días que caí en la cuenta de que me estaba cruzando, todos los días, a la mismísima hora y en el mismo cruce de calles, a una señora de pelo blanco. Al principio su cara solo me era familiar, pero luego me percaté del fortuito encuentro que sufríamos cada mañana. Mi sorpresa fue in crescendo cuando descubrí que también me la encontraba al mediodía, a pesar del horario tan extraño que tengo para irme a comer. Es una mujer cuya edad media los 60 años, de estatura más bien baja. Lleva un paso ágil y veloz que no denota prisa, pero es de aquellos pasos que indica que no está precisamente de paseo. Ella, que ya se ha percatado de mi presencia matutina algún día, me mira siempre con cara seria e impasible, una mirada rápida que gira de inmediato para seguir con su, como el mío, rutinario paseo. La mayoría de las veces no me acuerdo que la voy a encontrar y cuando la veo siempre digo mentalmente "mírala, ahí está, la señora de pelo blanco". A veces me pregunto por qué no me la había encontrado hasta entonces. ¿Es que ha cambiado de domicilio? ¿O habrá cambiado su horario de trabajo? ¿Por qué me mira tan seria? Puede que simplemente, haya decidido cambiar su rumbo y pasar por otras calles por las que no pasaba antes (¿tendrán la culpa las obras?). A veces me pregunto si ella se hará las mismas absurdas preguntas conmigo, aunque puede que ella no decida escribir sobre mi en unas líneas, solo pasaré por su vista mañana tras mañana hasta no se sabe cuando. Es probable que algún día decidamos saludarnos... por que no? Imagino que todo el mundo ha tenido o tiene su "señora de pelo blanco" particular, alguien que le distrae durante unos segundos del repaso de tareas laborales diarias. Alguien que, de manera totalmente involuntaria, llega a formar parte de nuestro entorno visual y, me atrevería también a decir, de nuestros hábitos.

http://www.nocuentos.com/recuerdo.php?recuerdo=la_se%F1ora_del_pelo_blanco

No hay comentarios:

Publicar un comentario