martes, 15 de junio de 2010

El músico




Él sabe que nunca fue un buen cantante, no podría considerarse a si mismo siquiera como vieja gloria. Pero a pesar de todo, a sus cincuenta y tantos, él sigue cantando todos los días, por las viejas calles de la capital. Con su impecable camisa planchada, y su ( ya pasada de moda) americana, evoca día sí dia también a Raphael, Camilo Sesto, Nino Bravo... La música le sale de las entrañas y no podría vivir sin ella, comenta, es que le viene de familia. Confinado en 30 metros cuadrados del barrio de Ciutat Vella, no tiene sueños, porque todos los fue perdiendo por el difícil camino de su vida. La música no le alcanza para llegar a fin de mes, por eso trabaja como operario en una fábrica, por las mañanas. Todavía hoy en día, aún encuentra a alguien que le quiere editar algún disco recopilatorio de todo lo que canta, pero poca gente le compra. Sin embargo, nunca pierde su alegría y regala sonrisas por doquier, él dice que son gratis.

-Buenos días señores!

Dice sonriendo alrededor suyo, y a todo el que se acerca, mientras el compás de su destartalada guitarra acompaña sus canciones.

De repente un lejano trueno, y unas pequeñas gotas que anuncian una abundante lluvia, hacen que la gente acelere el paso ante el inminente chaparrón. Sin embargo, él parece no inmutarse y hasta parece desafiar al mal tiempo, cambiando a un tema mucho más alegre que el anterior.

Como salido de la nada, un lujoso coche negro de cristales tintados se para delante de él. Uno de los cristales baja lo suficiente para dejar ver una mano masculina que lanza un billete de 100 euros a su maleta, para luego desaparecer rápidamente. Nico saluda agradecido mientras el coche se aleja, pero sin dejar de cantar, y como no, de sonreir.

A pesar de todo, piensa, parece que hoy no ha sido un mal día....


http://www.nocuentos.com/recuerdo.php?recuerdo=el_musico

viernes, 11 de junio de 2010

Humanos


HUMANOS

Si pudiéramos cambiarnos a nosotros mismos... que fácil sería todo!

Si se pudieran controlar los instintos, los sentimientos, nuestros comportamientos iniciales y básicos... Esas formas de actuar que, queriéndolas gobernar, muchas veces son ingobernables.
Si pudiéramos hacer un back-up momentáneo en nuestras cabezas, archivando todo pensamiento dañino, de forma que quedásemos limpios de todo mal de nuestro pasado... Sería perfecto!
Si pudiéramos actuar de forma inesperada sin temor a el "que dirán los demás", a los cánones establecidos por la sociedad, y a su vez, sabiendo que el mundo lo va a entender... ah! qué delicia!
Desgraciadamente esa batuta del comportamiento humano es difícil de llevar, porque pesa. Si eso no fuera así, seríamos los amos de la orquesta que es la vida, decidiendo ahora que predomine el chelo... el violín...o los tambores. Y al final del concierto, el aplauso del público!
Somos humanos, señores, y si nuestro comportamiento fuera lineal, sin variaciones... tendríamos un electrocardiograma y un encefalograma planos, es decir, sin vida... No podemos cambiar nada de eso, nuestro raciocinio y, sobre todo, nuestro corazón, nos lo impiden de todas todas. Por eso, querido amigo, te digo, que la orquesta continúe tocando!