viernes, 8 de octubre de 2010

No me llames...


No me llames para cenar, porque mi estómago está practicando la danza de los siete velos
No me llames para comer, porque estaré repartiendo corazones congelados
No me llames para almorzar, porque estaré intentando quitarle brillo al sol
No me llames para desayunar, porque estaré tomando la luna con factor de protección 100

No me llames para cenar, porque fui a comprar y en mi nevera solo encuentro apatía
No me llames para comer, porque las estrellas se han escapado con un planeta desconocido del que las enciclopedias no han oido nunca hablar
No me llames para almorzar, porque mis monedas son todas ahora de chocolate, y me las estoy comiendo, una a una
No me llames para desayunar porque todavía no he cenado...

Pero llámame por mi nombre, y mi contestador automático me enviará el mensaje, eso sí, a portes pagados...