viernes, 11 de junio de 2010

Humanos


HUMANOS

Si pudiéramos cambiarnos a nosotros mismos... que fácil sería todo!

Si se pudieran controlar los instintos, los sentimientos, nuestros comportamientos iniciales y básicos... Esas formas de actuar que, queriéndolas gobernar, muchas veces son ingobernables.
Si pudiéramos hacer un back-up momentáneo en nuestras cabezas, archivando todo pensamiento dañino, de forma que quedásemos limpios de todo mal de nuestro pasado... Sería perfecto!
Si pudiéramos actuar de forma inesperada sin temor a el "que dirán los demás", a los cánones establecidos por la sociedad, y a su vez, sabiendo que el mundo lo va a entender... ah! qué delicia!
Desgraciadamente esa batuta del comportamiento humano es difícil de llevar, porque pesa. Si eso no fuera así, seríamos los amos de la orquesta que es la vida, decidiendo ahora que predomine el chelo... el violín...o los tambores. Y al final del concierto, el aplauso del público!
Somos humanos, señores, y si nuestro comportamiento fuera lineal, sin variaciones... tendríamos un electrocardiograma y un encefalograma planos, es decir, sin vida... No podemos cambiar nada de eso, nuestro raciocinio y, sobre todo, nuestro corazón, nos lo impiden de todas todas. Por eso, querido amigo, te digo, que la orquesta continúe tocando!

2 comentarios:

  1. Adquirimos una tendencia a desdeñar de nosotros la oscuridad, a expurgar de nuestra vida nuestra sombra personal y poner afuera aquellos aspectos que no reconocemos, la sombra personal no desea ser “el otro en nosotros. El punto está en aprender a vivir en la disociación soportando y sosteniendo la tensión entre los opuestos. Ni la represión de la sombra ni la identificación con ella.

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